martes, 31 de diciembre de 2013

Un trueque muy caro

Te amo! le decía ella a él, todos los días a cualquier hora. Daría lo que fuese porque fueras la madre de mis hijos!, le decía él a ella. Se dedicaban palabras de amor cada día, se comían a besos en cualquier minuto, no les importaba donde estuvieran. Hablaban horas y horas ininterrumpidas. Mensajes de amor en cada esquina, con los wassap. Era como si se creara una pompa de jabón, brillante, en medio del universo, rellena de corazones flotantes. El tiempo en ese momento parecía parar. Solo ellos. Se escuchaba "mi amor", "mi vida", "mi cielo", "te echo tanto de menos, que yo que se que te haría  si te tuviera delante". Pastelosos ante cualquiera.
Pero, no se sabe cómo, una neurona más peleona de lo normal, se despierta cuestionando al sujeto, su vida, haciéndola girar en trescientos sesenta grados. Y reflexiona. Y sin motivo aparente, decide quedar para tomar un café, con el amor de su vida, con lo más bonito de su universo, con la flor más bella de su jardín. En una conversación que no tiene buen puerto. Ni los protagonistas saben como parar. Y cuando la vida parece estar más encaminada a eso que llaman felicidad, algo, se cruza en la mente de ese ser humano (a veces ellos y otras ellas) y se dan cuenta que la etapa de madurez que comienza no se ajusta completamente a sus necesidades. Echan de menos sus salidas hasta el amanecer con sus amigas de siempre, sus quedadas después del curro, sus borracheras, sus entradas a las chicas/os simpáticos de cualquier discoteca de cualquier ciudad, para ligar o para sentirse que aún es deseado/a por alguno de los asistentes, para saber si aún sigue en el mercado, si alguien se fija en ellos. Y en ese preciso momento es cuando se cuestiona en aquella cafetería que debe tener claro que si los mensajes de amor hasta las tantas de la madrugada, de deseo, de locura, eran solo eso, palabrería o eran burbujas de amor recién hechas desde lo más profundo de su corazón, clavado en su alma, para en un futuro crear una familia de amor, compromiso y respeto o si por el contrario era un juego que la novedad puede hacer romperte en mil pedazos difícil de recomponer. Un trueque básicamente muy caro!! Este juego está de moda!

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