domingo, 2 de abril de 2017

Javier, María y Unai, ya están en casa

"Llegaba rendida del curso, cuando Javier, Unai y María, estaban tirados en el sofá junto a papá. Allí viendo la tele, como tal cosa. Y eso, que no son mucho de tele, pero, en cuanto me han escuchado las llaves, han salido a darme un beso y a decirme lo hambrientos que estaban. A veces, pienso que interactúan exactamente igual, que nuestros gatos. Relacionan mama y comida. Y así ha sido. He llegado a casa, y el sueño se me ha esfumado al verlos. Ya duchados, listos para cenar y dormir. Javier, me ha contado, que esta tarde, ha estado en un bar nuevo, que han inagurado hoy y se pasó a tomarse una cocacola con su amigo Rubén. Pero, mucho no se ha podido tomar porque en casa ha cenado, como una persona mayor, como diría mi madre, jejeje. Ahora cuando uno es madre, recuerda bien los dichos de jóvenes. Unai, se ha tomado unos rollitos de jamón york con huevo hilado, que le he preparado con mucho amor. Y se lo ha comido, saboreando y dándome las gracias por la cena. Notaba que estaba cansada. María, se ha probado, su camisón nuevo, que le compré hace unos días y se lo ha dejado puesto. Le favorecía mucho. Como ella es amante de los animales, le ha encantado que tuviera animalitos. Desde pequeña está enamorada de Coby y más tarde de Rouse. Le encanta que a nosotros nos encanten los animales como a ella. A veces le cuento, que en mi casa (en casa de la abuela) no me dejaban tener animales, y aún así, me dejaron tener varios, hámster: de los cuales criaba para pagarme mis viajes a malaga. Pajaros, de casi todos los colores, puesto que eran periquitos. Gusanos de seda, que me encantaban el tacto que tenían, blanditos y rugositos y suavitos. En fin, no debería quejarme, pero, si que lo hacía, porque no había tenido gatos o perros, con lo que tanto me gustaban. Pero, llegoó mi momento y los tuve. Cada uno ha recogido su cena, han dejado los platos en la cocina, y mañana por la mañana sin falta, a las siete, si fuera preciso, la cocina queda recogida, por mi promesa. Los perros, duermen en sus camitas, con los ojos medio cerrados. Los gatos, se enrollan en los sitios más extraños del salón. Mientras que los niños y yo, aún pureamos por la casa. Papá ya descansa, él es el que menos le cuesta dormir. Mañana es domingo, y será un día más especial que hoy. "