miércoles, 11 de octubre de 2017

Amando a mi forma

Cuando un lo siento no llega como tu esperas. Porque esa persona no esta en su mejor momento para recapacitar, cuando aun no sabe que duele y mas que duele, pero no se da cuenta. Cuando el tiempo pasa y se va enquistando para no volver a ser de la misma forma que eras, porque algo en algún lugar del camino te hizo reaccionar, abrir los ojos y darte cuenta que tus expectativas sobre esa persona eran mayores que la puta realidad. Y que una vez más te olvidaste de ti para complacer a los demás. Es ahí justo en ese momento preciso, cuando caes y dices otra vez??? Ya no me vuelve a pasar!!! Pero, te pasa porque apuestas demasiado por los que amas y al final.. te la dan con queso. A veces sin quererlo y otras inevitablemente. Yo sigo amando a mi forma!!! Aunque ya no sea la misma, pero con el corazón! María González Marín

Heridas de guerra

El dolor es como si saliera de las entrañas, cuando algo te hace sentirte compungido, como ese llanto que te retuerce desde lo más profundo de tu alma, saliendo a borbotones esas lágrimas calientes que recorren tu mejilla, como si el dolor de esa herida nunca cicatrizase. Cuando sabes que ese dolor te abraza y a la vez hace recordar porque estás y dónde y que camino has recorrido. Algo te hace sacar lo mejor de ti, para sobrevivir en este mundo que uno mismo crea en la cabeza, donde los buenos y los malos a veces, se dan la mano. Y otras, ni siquiera uno mismo entiende pero conviven contigo, desde que naces. Hay heridas de guerra que nunca llegan a cerrarse del todo, porque siempre hay alguien que levanta esa costra. María González Marín