Dulce dia de domingo

Sentada en el suelo con la esplada reposando en un muro lleno de plantas que florecen cada primavera y llenan de alegría este rincocito; escuchando de fondo en youtube con la nueva canción que han protagonizado Shakira y Maná, mientras el sol me impide que abra los ojos con naturalidad, entrecejo fruncido... mientras los brazos quedan al descubierto por mi camiseta de manga corta, blancos de invierno. Observo, miro, escucho y relajo mi mente. Coby y Rouse mis golden retriever descansan a pata suelta en el porche de la casa. Prefiero quitarme los tenis (zapatillas de deporte) para acariciar el suelo mientras escribo ... El aire azota con fuerza unas ramas del eucalipto que plantó el abuelo. Las hojas no cesan, deslizando un sonido agradable que puede transportarte a distintos ángulos de nuestra vida. Desato mis cordones que parecen un auténtico laberinto, tocando el suelo arrugado por tierra y arena. Juego con mis dedos. Rouse se ha despertado y ha venido a observarme... los pajarillos revolotean y canturrean haciendo llegar parte de esa primavera que todos anhelamos con este invierno duro y frio. Aquí no existen motores de coches, como en la ciudad que no dejan de pasar. A lo lejos se escuchan unas campanitas que hacen despertar todos los sentidos y correr a despejar tu mente de ese agradable sonido. Sí, efectivamente son cabras y su pastor. Junto a dos perros peludos que les acompoñan. Me encantan. Algo que no debería perderse nunca. ES una auténtica estampa. Las abejas vuelan cerca de mi oreja... las jaurias de perros denotan alegría en los pueblos más cerrados de Málaga. Quiero dormir la siesta (sueñecito que se establece aquí en el sur, en Andalucia y que bien sienta a todos) pero a la vez quiero seguir disfrutando con los cinco sentidos de este pedazo de día. Mis ojos se cierran encontrando una paz que echaba de menos. Sin ruidos. Me despierto... abro los ojos y me pregunto,... que hora es? que dia es hoy?? ... Ah es domingo sigo durmiendo...