domingo, 8 de abril de 2018

ÁMATE!!

Cuando uno nace es un ser tan perfecto, tan lleno de vida, porque de hecho sobrevivimos a la muerte, que no hay absolutamente nada ni nadie que haga que esa maravilla del universo se ensucie. Es el más pequeño/a de la familia en ese momento, no importa si la familia esta desestructurada, o si vive estructurada pero con carencias afectivas o si por el contrario vive entre algodones o amada/o hasta la médula y más allá. Da igual si es niño o niña y da igual el gusto sexual que tenga. No importa si tienes los ojos azules o si pesa un kilo más o uno menos. Da igual si le falta una mano o si nace con un extraña enfermedad. Puesto que el bebe está en el mundo y radia por si solo toda la felicidad del mundo entero. Todos los ojos, están puestos en él. Es un ser diferente al resto, un ser único e irrepetible. Un ser cargado de buenas vibraciones porque se ha ido quedando con lo mejor que ha ido escuchando a lo largo de esos nueve meses en el mundo donde se encontraba. Ha aprendido que es lo que quiere en su vida y que es lo que detesta. Sabe que a partir de esa no edad, vestirá y casi pensara de la misma forma que le eduquen, sabiendo que a la larga tendrá su propia personalidad, será capaz de enamorarse en cuanto que se vea en el espejo de si mismo; porque será justo el o ella los que decidirán que ponerse, como hablar o que decir; ese saber estar a su forma y manera; sin siempre tener una sombra detrás que no le haga pensar ni opinar ni siquiera tomar decisiones de su vida a su antojo. Un día llega el momento, en que por h o por b, tocas fondo, porque estoy segura que todos en algún momento lo hemos hecho, nos hemos desvalorizado hasta extremos que es mejor ni contarlos. Que no nos hemos querido, nos hemos machacado, comparado, humillado, arrastrado, llorado, pataleado.... para al final compararnos con otros u otras que hemos pensado por regla general que eran más importantes o más valiosos que nosotros mismos. A veces por la popularidad o por estar rodeados de ciertas personas que teníamos en la cabeza como ídolas hemos bajado la autoestima por motivos de desamor, por bulling o por maltrato del tipo que sea. Tal vez alguien opine que humillar a alguien no es maltrato, pero si lo es. Al menos yo lo pienso así. Nadie es igual a nadie y todos todos somos diferentes. LLega un día en el que no confias en nadie, todo tu alrededor lo pones en duda, ves que nadie tiene la razón de nada; que hay amigos o familiares que te intentan hacer cambiar o ver que las cosas de otra forma, que insisten en convencerte de que la vida por el camino que estás no llegas a ningún lugar y que no puedes seguir llorando por las esquinas. (Da igual el tiempo que pase, tu duelo por el hecho que sea, lo debes pasar tú. Tu eres justamente el ser que tiene que salir a flote desde las profundidades del océano de tu mente.) Y ese día llega. Te has empapado de todo lo bueno que te ha ido aportando todos aquellos que dicen quererte, pero que además te lo han demostrado en muchas ocasiones ajenas a esta. Te desnudas frente al espejo y analizas cada parte de tu cuerpo como si fuese a milímetro y observas que tu cuerpo es tan perfecto como tu creías, que tienes defectos físicos como puede tener cualquiera. Que tu cuerpo es especial porque lo llevas tú, que lo vistes como deseas, con esos colores que te hacen recuperar la energía, que a veces puedes maquillarte y si no te apetece no hacerlo, no lo haces. (Hablo más como chica, porque soy una chica, pero se que lo puede haber sufrido cualquier ser del mundo. Tanto si eres hombre como si eres mujer), que tienes la libertad de decidir cada dia que hacer con tu vida, que sientes hasta el borde de las lágrimas porque eres emotivo y eso no quiere decir nada más que justo eso. Que no quieres tapar esa parte tuya de emocionarte cuando así lo deseas, aunque sea con un anuncio. Que sientes puro amor a ti mismo cuando alguien saca la peor parte de tu carácter y decides enfadarte para no complacer a los demás en todo. Toda acción tiene su reacción. Que el que quiere lo coge y el que no lo deja marchar, pero en definitiva la piedra se mueve. Que nadie puede mandar sobre nuestro cuerpo, sea más cercano o más lejano. Que si estamos más gordos o más delgados es casi un problema personal, que uno decide. A veces los nervios pueden obligar a tu mente a no comer (y no es una decisión de estar más delgado o de tener una operación bikini más activa) y no comes porque no puedes y no por que no desees engordar esos kilos que te faltan. Pondría a veces, pero me arriesgo a decir que la mayoría de la gente es muy muy cansina al tema de intentar dirigir la vida de los demás. No pueden con la suya y ya tienes alguien a quien le importas una mierda hablando de tu camino por la vida, si es más bueno o más malo porque no has seguido lo que gran parte de la sociedad hace por borreguismo. Y señores esto va dirigido a todo aquel que no se ve bien o no se quiere lo suficiente: Creedme que casi me cuesta hace un tiempo una enfermedad que es el amarse a uno mismo. Desde el pelo, desde la punta del pelo más largo de tu cabeza o desde el poro más gordito de ésta hasta el dedo más pequeño que tengas en tu pie. Quiérete de todas formas, busca lo más positivo de tu ser y muestratelo cada dia en el espejo de tu alma. Busca esos defectos que hacen que los demás griten o saquen sus peores gestos hacia ti, aprende de ellos y acepta que esos son tus defectos pero que con ellos haces un cuerpo físico y mental perfecto. Porque si no fuese así no serías tú. Da igual si tienes un culo más gordo o no tienes culo. Que más da si tienes unas patas de elefante pero tienes una sonrisa que enamora; o si tienes unos pies feos pero eres el ser más amoroso del mundo; que importa si eres borde cuando tienes un corazón que vale millones de mimos. Que más da todo cuando uno se acepta tal cual es. No hace falta aparentar quien no eres, ni con marcas ni con todo el dinero del mundo. Se humilde y cree en ti; pero sobretodo amate tanto hasta que sepas que como tú no hay absolutamente nadie en el mundo y que la perfeccion esta en tu ser, porque aun no siendo perfecto, tienes la combinación perfecta de defectos y virtudes para serlo. No olvides la humildad, que es el postre de la perfección. Buenos días y feliz domingo!!