El dolor en el camino

Tan hermetizada que ni me reconozco. A veces me da miedo entrar, porque no se que encontraré. No quiero ahondar a diario, porque lo normal será que encuentre la peor tristeza de mi vida. Y es contradictorio, porque ella es pura alegría, máxima energía, siempre viendo lo más positivo de todos los obstáculos de la vida. No quiero abrirme en canal, no me apetece demostrar al mundo mi dolor. Prefiero guardarlo para mi. Ella me aporta y siempre lo hizo. Seguro que tb lo hago yo. La sinceridad puede conmigo. No le puedo ocultar la verdad, sería mentirme a mi misma. No es preciso. Ella sabe que las cosas no andan bien, porque lo siente, lo padece. Es lo más doloroso de este camino, su sufrimiento. Ojalá tuviésemos la oportunidad de cambiarnos por ella aunque sea un ratito, para comprenderla, para ayudarla. Es tan duro verla de la forma en que la veo, que a explicar ni siquiera con mi mirada más profunda se describe el dolor que siento por dentro.