Acabo de llegar de la peluqueria. Antonio, mi peluquero, me ha dicho, ya no más que sino vas a parecer la teniente Oneil. Y me he reido. Y es cierto, que soy una obsesiva del pelo, del color y del corte. No hay mes, que no vaya a hacerle una visita. Es verdad, como al mirarme al espejo una mañana no me reconozca, tengo que ir, a la voz de ya a la peluqueria. En eso soy un poco impaciente. Me lo estoy intentando dejar algo más largo, aunque cuando va creciendo va perdiendo la forma y tengo la necesidad humana de cortarmelo. Me he vuelto a rapar el lado izquierdo, mi lado bueno (jeje) y dejarme mas largo el derecho. Me ha quitado volumen de arriba que me crece como una enredadera, y a su forma. Y no os imaginais, con mis treinta y cinco años, cuantas canas tengo! jajaja. Me dice Antonio " en dos años, te lo pones rubio platino como yo, y verás que chulo" y la verdad de rubia no me veo. Así que creo que seguiré pelirroja, que es el color que más me gusta. Para bien o para mal, me identifico con ese. Y luego me ha rapado un poco más del lado izquierdo, que le he dicho, cuando me lo vaya a pintar tb me lo tendré que pintar esa parte, no? y es que no tengo casi pelo, jajaja, parece que me voy a tener que pintar la piel. Antonio me ha echado cera y me ha dicho eres capaz despues de decirme que no te lo vas a pintar hoy, pintartelo en media hora. Sinceramente a pesar de no tener ninguna gana, el mirarme y ver que tengo el pelo gris, no me gusta. Así que nada... manos a la obra, como me vea me va a dar para el pelo!!! jajajaja
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