lunes, 7 de abril de 2014

Inexplicable. Ni siquiera con palabras. Ni con gestos de dolor. Ni con la sonrisa de los buenos recuerdos del pasado. Ni siquiera cuando asoma por tu mente la alegría de su compañía. Ni la angustia al tragar. Ni siquiera la falta de oxígeno cuando intenta seguir aqui, enganchado a la vida. Un suspiro le separa del amor de su vida, el vaho que choca en la mascarilla. Ella lo observa. Quiere o mas bien necesita estar a su lado los ultimos momentos de su vida mientras todos por su edad intenta impedirselo para que no sufra mas de lo normal. Lo llena de besos, lo acaricia, se acerca a la mascarilla para escuchar si sigue respirando. Le da la mano. Le reza a Dios con todo el dolor de su corazón para que se lo lleve, para q no sufra. Es tan grande el amor que siente por él que prefiere perder al hombre de su vida antes de seguir viendolo sufrir.

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