Las reuniones familiares

Qué ilusión hace o por lo menos yo las disfruto al máximo, las reuniones familiares. Esas que llegas y te encuentras con tus hermanos, a los que hace tiempo que no ves, por las circunstancias de la vida, porque esta cada uno en una ciudad, por el tiempo... etc y hablas hasta las mil de la noche, intentando ponerte al dia de miles de historias, hasta que los párpados se cierran lentamente, y te quedas casi dormido escuchando atentamente cada una de las historias. Y luego por la mañana te levantas con ganas de seguir disfrutando de la buena compañía que tanto añoras en el año y haces casi lo de siempre desayunar con ellos y sino repites el desayuno tres veces, dependiendo de quien se levante, con el cafelito de casa y las tostadas con aceite o mantequilla. Y claro, luego nos dan casi la una y para tomarnos un aperitivo está muy bien, pero no podemos dormirnos demasiado, porque queremos comer todos juntos, ... y las normas siempre en casa hay que cumplirlas, como todos,... y el postre, que siempre las madres nos recuerdan y luego la sobremesa que acaba casi llegando a la merienda unido al cafe y la hora de volver. Siempre pasa cuanto más agusto estás ya tienes que volver. Parece que la vida, te ha hecho concentrarte en 24 horas aprovecharlas al maximo y vuelves a tu ciudad cansaisimo, como si hubieses corrido la maratón. Pero, al final siempre ha merecido la pena el palizón!